Palomitas: La Profecía & Remake
Las películas relacionadas con la figura del Demonio me llamaron de siempre la atención. No comulgo con el cristianismo, en general, pero su influencia como religión preponderante en la cultura resulta innegable, por eso continuamos a falta de un lenguaje mejor (salvo el horror cósmico) para expresar la idea de una entidad de puro Mal en el sentido ontológico del término. No creo en el Demonio como tal de la misma manera en que no creo en Dios como tal pero sí en entidades espirituales y metafísicas del otro lado del plano racional que seguimos interpretando con la imaginería maniquea de alguna de las religiones monoteístas preponderantes.
En resumen, que las pelis de Satán me la ponen durilla y, a falta de verdadera mierda, estos últimos días me ha dado por revisitar las dos versiones de un clásico del cine: "La Profecía 666" y su remake de 2006.
Comparativamente (empiezo por la segunda) me ha sorprendido gratamente lo mucho que se aleja del concepto de "remake" que prepondera en estos días de nuevas interpretaciones y cambios. Prácticamente es un calco absoluto del original con un protagonista que podría llegar a ser un buen actor pero nunca logra destacar (creo que por mala suerte) mientras que Gregory Peck ya estaba de muy capa caída en aquellos tiempos. Quizá el mayor esfuerzo de distanciamiento es la omisión del famoso tema absolutamente espeluznante y siniestro "Ave Satani" de Jerry Goldsmith, bandera de las originales. También me ha encantado la elección de Mia Farrow (se nota que tiene muchas tablas y borda su papel, por otra parte no demasiado exigente) el guiño a otra de las integrantes de esa trinidad de películas relacionadas con el horror satánico que, con la presente, consiguieron trascender el género, véase: "La Semilla del Diablo" y "El Exorcista", cada una a su estilo y todas muy complementarias.
Tanto en "La Profecía" como en su remake nos encontramos un ritmo de puro thriller político setentero en el que bien podría sustituirse el elemento diabólico por otra intriga gubernamental sin verse afectada la trama salvo en su recta final, donde entra el verdadero horror a escena. Y he aquí la clave. "La Profecía" se dispara una vez las cartas diabólicas están sobre la mesa y de ser una defendible película de terror/intriga pasa a ser un corto de horror sobre el complejo de Casandra y el mito de Abraham en el que un padre debe tomar la decisión de sacrificar a su hijo (legítimo o no, él lo ha criado como su hijo y ha sido receptáculo de su amor) de manera grotesca para evitar una catástrofe apocalíptica. Es también cuando aparece el tallaje de Gregory Peck que, con sus cosas buenas y malas, ha sido una estrella dorada y sabe expresar esa angustia totalmente al límite, indecisa, extrema mientras todo se pone en su contra al cortar un mechón de pelo de su hijo.
Quizá la menos notable de ese triunvirato demoníaco, "La profecía" de Richard Donner (recordemos que fue su primer gran largometraje al que siguieron mitos como "Superman", "Los Goonies", "Lady Halcón", "Arma Letal" y "Los fantasmas atacan al jefe" entre otros muchos) sigue valiendo la pena por muchísimos elementos y, a quien me diga lo contrario, le reto a pagar las luces y poner su banda sonora a todo trapo en mitad de la noche...
Hasta la próxima grabación y recordad que siempre hay algo bueno y malo en la Verdad: todo el mundo tiene una.
Buenas noches, Nueva Orleans.