Libros con gafas: recientes reseñas

Mi pila de pendientes no deja de crecer pero comienzo de nuevo a darle salida, esperando que mi opinión lectora os sirva de algo. 



"Qué perro más raro". Diábolo Ediciones.

Puede que os resulte atípico encontrar aquí un libro de literatura para niños pero es que se trata de literatura y es maravilloso, divertido, algo ácido, y con una bella lección moral de que aquello que más nos critican puede ser nuestro verdadero don. Unos dibujos apachuchables con aire de comic antiguo. A mis hijos les ha encantado y lo leen con frecuencia. Sin duda, yo lo pondría en la lista de Navidades.




"El Color que cayó del Cielo". Gou Tanabe. Planeta Cómic. 

Manga de Gou Tanabe, que adapta el mítico relato de Lovecraft, quizá mi favorito y afirmaría que la cúspide de su obra en cuanto a calidad- Lo hace fielmente, transmite ese horror e indefensión de ser motas en un universo desconocido. Además, con un preciosismo detallista, que abarca desde el mural hiperdetallado al primer plano expresivo. Consigue, en escala de grises, transmitir todo esa mitología del maestro de Providence, algo muy complejo precisamente, en este cuento donde el color no es un color. Magistral. Una ilustración que crece exponencialmente en sentido. No os lo perdáis.



"La cripta del Horror Innombrable". François Launet. Diábolo Ediciones 

Este conjunto de tiras cómicas lo disfrutarán, ante todo, los amantes de la obra de Lovecraft y, por supuesto, los jugadores fervorosos de "La Llamada de Cthulhu" porque la mayoría de las referencias y golpes de humor están inspiradas en situaciones del juego. El dibujo, sencillo, caricaturesco, es muy divertido. Muy bien editado por Diábolo. Todo un acierto.




"El umbral de los siniestro". Junji ito. Eccediciones.

Un buen tomo de reciente publicación que, sin alcanzar cotas de algunos anteriores, también supera a otros menos potentes. La selección es buena, variada y una aceptable forma de aproximarse a ese mundo tan extraño y particular del autor sin que resulte demasiado intenso e impactante para el neófito. Es un maestro que no pierde fuerza con el tiempo. Me ha encantado especialmente la historia de las plañideras, toda una inquietante parábola sobre el determinismo. El título no podría estar mejor elegido ya que todos los relatos quedan en ese umbral de lo siniestro.


"Relatos terroríficos de Junji Ito: volumen 3". Eccediciones.

Estoy eternamente agradecido a la persona que consiguió encontrarlo para mí, cuando ya había tirado la toalla. Me ha sido muy complejo conseguir este volumen, de toda la colección es el más esquivo y llega a alcanzar cotas muy altas en la segunda mano, cosa que no entiendo salvo por el afán de completar porque de todos es uno de los que menos fuerza tienen. No obstante, aunque haya piezas muy previsibles, un par de relatos recuperan la habitual brillantez extraña y onírica del autor. Curiosamente el que cierra el libro "La abusona" resulta una crítica fantástica y un estudio profundísimo para sus pocas páginas sobre el fenómeno "bullying" y cómo son las personas que lo ejercen, como pueden llegar a cometer esos actos y si dicha tendencia ya estaba ahí, en su alma, producto de la sociedad o de natura.


"Poemas de una polilla". Marisol Santiago. Ediciones Vitruvio.

Tuve el honor de presentar este libro de poesía hace muy poco y, como reseña, os dejo la presentación transcrita. Hace mucho tiempo que no reseño ya poesía pero Marisol lo merece: es una poeta que siempre he estimado por su poesía aunque no se conociera.

Siempre aviso que a mí me gusta ser breve a la hora de presentar porque el protagonismo es del autor y del propio libro y sobre todo en el caso de un libro de poesía muchísimo más porque los poetas lo que deben hacer es leer y es su voz, su lectura, los versos, quienes deben defenderse. Estamos, además, ante un libro que no necesita ninguna introducción ni ninguna loa porque se defiende perfectamente solo y, aún con más mérito, siendo un primer libro. Los que publicamos más jóvenes tenemos esa suerte de haber publicado jóvenes que luego se convierte en un hándicap: los primeros libros son libros inexpertos que apuntan maneras, pero difícilmente se logran defender con soltura, suelen ser libros que uno tiende a esconder debajo de la alfombra como quien barre el polo muy deprisa.

El libro de Marisol me gusta muchísimo primero por el juego de la polilla que creo que es un símbolo muy bueno, muy identificativo y muy contemporáneo y universal. Siempre se busca conocimiento en la universalidad. Esa polilla que es, de alguna manera, una mariposa, que pertenece a un género de lepidópteros, que siempre se identifica con la belleza, en el imaginario colectivo suele estar asociada con tonos grises, tonos oscuros, alimentarse del polvo, de la ropa que guardamos vieja, sobre todo. Es una forma de vertebrar el poemario en todos sus pequeños capítulos con cohesión.

Hay un elemento que me resulta fascinante: cuando un poeta escribe en un estilo que no es el que se está haciendo en este momento o la que es más popular, por así decirlo. Ahora mismo se hace un tipo de poesía, que tiene sus defensores y sus detractores, la que se lleva, la que más se publica y la que con más facilidad tiene el público acceso a ella. Ha pasado desde siempre, ha pasado desde que existen las modas, desde que existe el hombre y eso es un rasgo que no se amolda al libro de Marisol. Por eso me resulta tan interesante. Es una poesía que canta a un romanticismo. Realmente, siempre lo he dicho, no hemos salido del romanticismo. Dentro de 20 o 30 siglos se estudiará toda la etapa del siglo XX, casi del siglo XXI como una extensión de la poesía del romanticismo, de la poesía del yo y de la poesía de la emoción. No obstante, hay formas de decir las cosas, hay formas diferentes de rapsodiar. El libro de Marisol tiene unos referentes muy claros que son esos referentes del romanticismo puro. Es una mujer que ha leído mucho y sabe llevar con donosura y con gran habilidad esa tradición de la que ha bebido. Todos tenemos un imaginario particular, una iconografía particular. Marisol la tiene y es una iconografía que yo comparto por algo también somos amigos y es una poesía que ahora mismo no se hace y hay que tener mucho valor para hacerla, para renovarla y para hacerlo bien. Es algo que a mí me resulta interesante de un poeta: que es lo que no está de moda que es, si hablásemos de cine, vámonos al cine independiente, por ejemplo, que no es ese que tenemos en las grandes carteleras.

Es una poesía que a mí me resulta interesante por otros dos elementos que se conjugan muy bien: la poesía o busca la comunicación o busca el conocimiento. Yo siempre he defendido que un camino no excluye al otro. Ella sabe muy bien utilizar el lenguaje también como una manera de desahogo en lo personal y como una manera de conocimiento. Cuando estás leyendo los poemas de Marisol te das cuenta de que el poema quizá partiendo de una idea original que suele ser un primer verso muy potente empieza a discurrir por otros senderos y bueno, hay un verso muy famoso de Billy Collins que decía: “soltemos un ratón en el laberinto del poema y vamos a ver dónde llega”, para explicar cómo se desarrolla un poema, cómo crece un poema, cómo nace un poema. Eso Marisol lo sabe hacer muy bien: Soltar el ratón. Y, estoy absolutamente convencido, sólo hace falta leerla para ver que el ratón de esa idea original que ella tenía, el propio lenguaje, ha ido creando un mundo y es en el fondo lo que hacemos los escritores, la creación de mundos; la creación de una ficción estable que nos de un marco en el que nuestras palabras, nuestra voz, se sostengan. Esto pertenece a la parte de la poesía como conocimiento. Pero ahí tiene Marisol la otra vertiente que es una poesía comunicativa, una poesía accesible, una poesía sencilla. Todo el mundo al oír hablar de sencillez suele malentender el concepto de sencillez. La verdad es que el 99% de los poetas que han conseguido un calado profundo en la historia de la literatura son poetas sencillos. Eso no significa que sean simples. Solo hay que acercarse a Neruda para ver que lo podría entender (entenderán cosas diferentes), o a Gloria Fuertes, por ejemplo, un niño de 8 años y una persona de 96. Es accesible para todos, es sencillo, pero no es simple. Simple es esta mesa, esta mesa es así y no puede ser de otra manera. Podríamos cambiarle el color, el tablero pero seguirá siendo una mesa simple, utilitaria y básica que no da más de sí. La sencillez, sería una mesa que podríamos poner tanto en El Retiro en una fiesta de niños, en un cumpleaños como en una recepción con el rey. Y eso lo sabe hacer muy bien. Ese bagaje de la lectura, eso que ha hablado Pablo de que es un primer libro pero es un primer libro ya maduro, no es de un chico, una chica de diecisiete años que publica sus primeros poemas de amor.

Hay una cosa que se ve clarísima y sólo hace falta conocer a la autora como persona y leer el libro para ver las divergencias que hay a la hora de utilizar la voz poética que es una de las grandes cotas con el segundo, con el tercer libro, más bien, saber utilizar la voz poética, saber que no eres tú el que está hablando. El que habla es una especie de personaje. Puede estar más cerca o más lejos del propio autor real que vive, va al baño, come todos los días… Pero quien habla es una voz. Igual que cuando hay un narrador en La Regenta, no está hablando Leopoldo Alas clarín, está hablando una voz, que te cuenta una historia. Y eso mismo ocurre con la poesía y es muy complejo conseguir esa voz y a la vez hacerlo desde el ego, que es desde donde canta el poema porque, claro, no estamos hablando de poemas impersonales, estamos hablando de una herencia de los poetas románticos ingleses, españoles, del conde de Lautréamont, de clásicos de la literatura y es muy difícil lograr eso en poesía. La mayor parte de la gente cuando lee a Bécquer cree que Bécquer era esa persona desbordada que estaba sintiendo cosas todo el rato y de forma desaforada. Y ya para ir cerrando, hay un elemento que me gustaría sobre todo destacar es esa maravilla de voz, ese conjunto heterogéneo que ha ido fraguando Marisol en estos Poemas de una polilla, esa propia polilla es la que habla acercándose siempre, buscando la luz y sabiendo que va a quemarse, es una constante del libro. Sabe que cuando alcance la luz, probablemente, se queme y quede destruida, porque la polilla tiende a buscar la luz y es una gran metáfora del ser humano: Esa búsqueda de la luz, esa búsqueda de la paz, esa búsqueda eterna y fascinante a la vez pero también terriblemente dolorosa y terriblemente frustrante. Expresar toda esa tradición con unas imágenes hilvanadas de una forma soberbia porque son de un lenguaje muy actual. Conozco gran cantidad de poetas que quieren recuperar esa voz romántica y lo hacen con el estilo puramente romántico. Estamos hablando de gente que escribe pues como se escribía hace dos siglos, dos siglos y medio. Sin embargo, sólo hay que ver el poema de la contraportada y ese Amnesia de “Incapaz de recordar tu amor, ya no te quiero”, es uno de esos comienzos de los que he hablado y empieza a discurrir de otra manera para llegar a una voz moderna que es, yo creo, la voz que terminará ejerciendo Marisol en los libros siguientes, que es una voz ya descubierta, que es una voz ya trabajada, esto no parece un primer libro. Todo lo contrario: Es un primer libro muy brillante y muy maduro y ese claro ejemplo de “A veces te creía. Como cuando, de niña, el médico me aseguraba que me pincharía sin aguja” Eso es una imagen… potentísima. Y como esa, a ver, no me voy a poner a reventar imágenes ni a leer más cosas porque es la poeta quien tiene que leer, pero como esa, en todos los poemas del libro hay una. Y eso hace que todo el conjunto tenga una potencia y una capacidad abrasadora como esa luz a la que va la polilla y arrasadora como lector, como lectora, a la hora de abordar y disfrutar el libro de Marisol de la misma manera que yo he disfrutado hoy de vuestra compañía y del honor de que ella me haya escogido para presentar esta puesta de largo de su fantástica polilla

Y hasta aquí los libros de hoy... La pila sigue creciendo.

Hasta la próxima grabación y recordad que siempre hay algo bueno y malo en la Verdad: todo el mundo tiene una.

Buenas noches, Nueva Orleans.

Os recuerdo también que todos los libros que comento quedan en mi perfil de la red social para lectores "Goodreads".

El busto de Lovecraft...

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