En defensa de Superman

Mientras todos mis contactos frikis estáis rozando el cansinismo con el Snyder's Cut, hoy me pedían que mencionase una película de mis favoritas y qué puedo decir: he recomendado Superman.

Porque por mucho que el tiempo pase y los autores que tratan el icono quieran hacer postmodernismo y dejar su huella, profundizando en barroquismos nietzcheanos y católicos, ESTE es Superman: su espíritu, su sencillez, su inocencia, su limpieza, su honestidad, su carisma, su bondad, su integridad, su perfección naif bellísima que le convierte en lo que nadie de este planeta es: un alienígena impensable en este mundo que, de verdad, cada vez está más necesitado de los valores que simboliza Superman.

Un tipo con los mayores poderes inimaginables que se preocupa por salvar al planeta de una catástrofe y bajar gatitos que han subido a un árbol.

Un amigo...

Hasta la próxima grabación y recordad que siempre hay algo bueno y malo en la Verdad: todo el mundo tiene una.