Fallecimiento del gran Ramón Hernández

Ayer el fallecimiento de Ramón Hernández ha dejado un hueco enorme tanto en mi corazón como la historia de la literatura española.

Representante de una generación de novelistas, la de los 60, de tallaje descomunal y una capacidad narrativa para plasmar el realismo social con una técnica ahora mismo imposible de concebir para la escasa calidad lectora y las grandes editoriales, Ramón, con novelas como "Palabras en el muro" o "Eterna memoria", siempre estuvo al borde de los enormes premios y reconocimientos pero no los consiguió por su carácter rebelde y, paradójicamente, su enorme integridad literaria.

Para mí fue maestro, amigo y una luz en momentos muy difíciles. Le recuerdo insistiéndome en que debía abandonar la poda de los bonsáis (el relato breve) y soltar al mundo la gran novela que yo tenía dentro. Querido Ramón, últimamente no pudimos coincidir mucho, pero has estado presente en mi vida y lo seguirás estando. 

Buen viaje. Te quiero.