Presentación: «Identidad» de Francisco Castañón
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| Francisco Castañón |
El próximo jueves 2 de junio, a las 19:30 horas, tendré el gran honor de presentar, junto al editor Pablo Méndez, el nuevo poemario del buen amigo Francisco Castañón, periodista, escritor y enérgico defensor de la cultura, que lleva por título «Identidad» (Ediciones Vitruvio, Colección Baños del Carmen). Será en la Casa de la Rioja (Centro Riojano), situado en la Calle Serrano nº25. Un lugar siempre privilegiado que ofrece un vino posterior. Se os espera para acompañarnos en la puesta de largo de este recorrido lírico por la obra de un autor que logra como nadie que el entorno se eleve como catalizador y réplica del pensamiento y reflexion poética.
Arrojada sobre un banco
la rosa blanca deja caer
los hostigados trazos de su sombra
entre la perspectiva de estas calles
refugiadas, acurrucadas, infiltradas
en el viejo Madrid de las plazuelas y tabernas.
Calles repletas de anhelos y horas insurgentes.
Calles saciadas de tanta perplejidad
que sonámbula camina por el filo
de ese lucero glacial que rompe el día,
desvestido ya de ortos y de ocasos.
Cuando el clown recompone su sonrisa atribulada,
para de nuevo envenenarse con destinos infalibles.
Cuando las pasiones quebrantadas
en los parques desiertos reverberan,
junto a esos sueños exhaustos
de conjeturas y clamores,
recorriendo, con cierta audacia,
los ámbitos ingrávidos que fueron acuñados
por la primera luna encaramada
sobre esta extenuante morada que es el mundo,
donde sigo, casi sin aliento,
fracturando la agitada potencia de mi mano
en esta apuesta sediciosa
por avivar líneas tronchadas e indecisas,
que a ser llegan tan sólo
invocaciones y delirios sin eco.
Calles repletas de anhelos y horas insurgentes.
Calles saciadas de tanta perplejidad
que sonámbula camina por el filo
de ese lucero glacial que rompe el día,
desvestido ya de ortos y de ocasos.
Cuando el clown recompone su sonrisa atribulada,
para de nuevo envenenarse con destinos infalibles.
Cuando las pasiones quebrantadas
en los parques desiertos reverberan,
junto a esos sueños exhaustos
de conjeturas y clamores,
recorriendo, con cierta audacia,
los ámbitos ingrávidos que fueron acuñados
por la primera luna encaramada
sobre esta extenuante morada que es el mundo,
donde sigo, casi sin aliento,
fracturando la agitada potencia de mi mano
en esta apuesta sediciosa
por avivar líneas tronchadas e indecisas,
que a ser llegan tan sólo
invocaciones y delirios sin eco.
-De «Identidad», Francisco Castañón.
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